Donald Tusk, líder de la coalición política europeísta Coalición Cívica, vuelve al poder tras la caída del partido Ley y Justicia (PIS, por sus siglas en polaco), de índole católica, conservadora y proteccionista, que llevaba ocho años en el poder en Polonia. Esto ha sido posible tras una coalición de partidos tanto de izquierda como de derecha dos meses después de las elecciones parlamentarias polacas del pasado octubre.
No es la primera vez que Tusk se alza con el poder; ya fue primer ministro del país del 2007 al 2014. Tras unos años marcados por tensiones entre Polonia y la Unión Europea, Tusk ha afirmado que “quien apueste al terrible juego del aislamiento y soledad, actúa en contra de los intereses fundamentales del país”.
¿Quién es Donald Tusk?
Donald Tusk nació en Gdansk, la mayor ciudad portuaria de Polonia, en 1957, tiempos en los que el país se encontraba bajo el dominio del bloque comunista de la URSS. En 1970, mientras estudiaba la carrera de Historia en la universidad, se vio envuelto en actividades ilegales contra el régimen comunista. Pasó años escondido y después ejerció como activista y fundó una revista política ilegal, lo que le llevó a su detención y tres días en prisión. Todo esto marcó su pensamiento e impulsó su carrera política.
En 1991 Tusk fundó el Congreso Liberal Democrático, un partido liberal que duró solamente cuatro años. De 1997 a 2001 consiguió convertirse en vicepresidente del Senado y en 2001 fue el vicepresidente de Sejm, la cámara baja del gobierno polaco. En 2001 fundó su partido político Plataforma Cívica, adherido a Coalición Cívica. Fue el primer ministro polaco en las legislaturas de 2007 y 2011.
La elección de Tusk como primer ministro se fundamentó en gran medida en su índole europeísta, la cual lo llevó a desempeñar el cargo de presidente del Consejo Europeo desde 2014 hasta 2019. Durante su mandato, Tusk tuvo que abordar la crisis migratoria que afectaba a la Unión Europea, especialmente en 2015; lideró las negociaciones entre la UE y el Reino Unido por el Brexit; desempeñó un papel fundamental en la defensa de los valores europeos frente a Rusia; se enfrentó a grandes desafíos económicos, como la crisis de la deuda griega; y trabajó para abordar temas de materia de defensa como el terrorismo.
¿Qué supone su victoria para la UE?
Polonia ha sido un país que, a raíz del gobierno del partido Ley y Justicia, se ha ido alejando cada vez más de Bruselas estos años. Durante su mandato, la Unión Europea y el gobierno polaco se han visto enfrentados por diversos temas, como la independencia del poder judicial o el respeto por el Estado de derecho. Se espera que con Tusk, por su carácter europeísta y sus antecedentes como presidente del Consejo Europeo, acabe con el aislamiento de Polonia en la UE. Donald Tusk ha prometido devolver al país “a la posición donde debe estar” en un marco de referencia europeo.
Con el nuevo gobierno, Polonia podrá fortalecer el apoyo a Ucrania, ya que el gobierno del PiS estuvo adoptando una posición de enfrentamiento con el de Ucrania. Polonia ha estado años intentando conseguir su independencia judicial (el acervo comunitario tiene primacía sobre el derecho nacional), pero Tusk se ha comprometido a reconstruir lazos con las instituciones de la UE y ha expresado su orgullo de ser polaco y europeo.
Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ha felicitado a Tusk por su victoria y ha expresado su confianza en él para abrir conversaciones acerca de la “democracia en Europa” y sus valores centrales para el futuro de los fondos de Next Generation, para hacer frente a las consecuencias económicas y sociales de la pandemia. “Traeré los tan esperados millones de euros desde Bruselas”, afirmó Tusk acerca de los fondos bloqueados a Polonia desde hace años.
¿Qué pasará con sus socios de la UE?
La derrota de Ley y Justicia supone una serie de consecuencias en el Consejo Europeo. El conocido Grupo de Visegrado, alianza política compuesta por Polonia, Hungría, República Checa y Eslovaquia que nació con objetivo de la adhesión de los países en la UE, ha desempeñado un papel de contrapeso para la Unión con sus leyes anti LGTBI o sus estrictas políticas migratorias. Esta alianza se ha ido reduciendo paulatinamente a Polonia, con el PiS, y Hungría, con el primer ministro Viktor Orbán, populista, conservador y ultranacionalista. Con la victoria de Tusk, el Grupo de Visegrado pasa a un segundo plano; no obstante, la reciente victoria del primer ministro conservador eslovaco Robert Fico puede compensar esta pérdida, aunque no es comparable una economía como la polaca, que ocupa la sexta dentro de la Unión, con la eslovaca, que es la decimoctava.
Dentro de las instituciones de la UE, Orbán ha sabido hacer uso de su poder de “veto” en las votaciones que requieren unanimidad; por ello, ha estado dificultando todas las sanciones a Rusia desde el inicio de la guerra Rusia-Ucrania, lo que ha dejado entrever su apoyo al régimen de Putin. Todo esto ha llevado a Hungría a estar sometido por el mecanismo de condicionalidad de la Unión Europea, en el que se establece la congelación de fondos europeos al país por no respetar los principios de la comunidad. Polonia y Hungría han estado oponiéndose duramente a los acuerdos migratorios establecidos por la UE, por lo que han sido denunciados por vulnerar el derecho al asilo. El nuevo gobierno de Polonia pretende cambiar todo esto.
¿Qué pasará con Tusk a nivel UE?
Donald Tusk ha dejado vislumbrar que quiere ser un aliado de Estados Unidos y que trabajará para ayudar a Ucrania. Además, entre otras medidas, ha anunciado un incremento del 30 % en los salarios del profesorado y un proyecto de ley para regularizar las uniones entre personas del mismo sexo, medida completamente contraria a lo que había sido el gobierno del PiS. Sin embargo, Tusk puede llegar a tener problemas para llevar las medidas que plantea. El presidente polaco, Andrzej Duda, es un aliado del PiS y tiene poder de veto, lo que puede dificultar la maniobra del expresidente del Consejo Europeo.
Un gobierno liderado por Tusk podría echar un pulso a la corriente conservadora en Europa, como el Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos, partido de Giorgia Meloni. El Partido Popular Europeo podrá verse fortalecido por el gobierno de Tusk, ya que hasta ese momento no gobernaba en ninguna de las principales ciudades europeas: Berlín, París, Madrid, Roma y Varsovia.
Según el canal televisivo, France 24, el gobierno de Tusk ha prometido: “más tolerancia y consciencia de género, terminar con la hostilidad institucional contra las minorías sexuales, defender los derechos de las mujeres y descentralizar el poder estatal”.