El pasado domingo 3 de diciembre de 2023, los venezolanos votaron a través de un referéndum no vinculante acerca de la anexión de la región del Esequibo, que Venezuela reclama como suya. La disputa territorial latente entre Venezuela y Guyana por la región del Esequibo se ha visto intensificada estas últimas semanas por la celebración en Venezuela de un referéndum no vinculante, es decir, sin validez jurídica. Los resultados defendían una anexión de la región del Esequibo a Venezuela, a pesar del aviso por parte de la Corte Internacional de Justicia de no tomar ninguna medida que “modifique la situación que actualmente prevalece”.
¿Qué es el Esequibo?
El Esequibo es un territorio de 160 000 kilómetros2 que comprende desde el río Esequibo hasta el monte Roraima, habitado por 800 000 habitantes, muy rico en petróleo, minerales y gas natural, actualmente administrado por Guyana. Venezuela y la República de Guyana llevan disputándose este territorio hace más de un siglo debido a su riqueza de yacimientos petroleros, lo que ha provocado que Guyana se haya convertido en una de las potencias con mayor crecimiento de su PIB.
El Esequibo alberga la mina de oro Omai, cerca del río Esequibo, que se la considera una de las mayores fuentes de ingresos de Guyana. Entre el final del siglo XIX y el siglo XX se obtuvieron nada más y nada menos que 1890 kg de oro. Además, en las aguas territoriales de la región en disputa hay una inmensa cantidad de petróleo. De hecho, desde 2015, la multinacional estadounidense ExxonMobil ha estado llevando a cabo operaciones ahí y han realizado diversos descubrimientos de petróleo y gas en aguas de Guyana hasta obtener unos 11 000 millones de barriles.
¿Cuál es el origen del conflicto territorial?
Para entender el conflicto hay que remontarse al siglo XIX, con la independencia de Venezuela del Imperio español en 1811 en la que ya se incluía la región del Esequibo. Paralelamente, la zona que es la actual República Cooperativa de Guyana, la adquirió Reino Unido mediante un Tratado con Países Bajos en 1814, no obstante, no dejaron definidas las fronteras con Venezuela. Como consecuencia, Venezuela y Reino Unido empezaron a enfrentarse por este territorio, que Venezuela había establecido bajo su control. En este contexto, en 1840 se establece la Línea Schomburgk (por el nombre del explorador al servicio de los británicos que la trazó), que era la línea fronteriza entre Venezuela y la Guayana Británica, a la que se le añadió 80 000km2. Venezuela denunció y condenó esta acción de ilegal y pidió ayuda a Estados Unidos.
Estados Unidos, que seguía la Doctrina Monroe, es decir “América para los americanos”, condenaba cualquier intervención europea en estados de América, por lo que se realizó un arbitraje internacional, en el que participaron Estados Unidos (en representación de Venezuela) y Reino Unido (como propietario de esta región) por la disputa de las fronteras de este territorio. La sentencia emitida por el tribunal fue el conocido Laudo Arbitral de París de 1899, favorable a Reino Unido, al que se le adjudicó este territorio. Venezuela inmediatamente acusó este proceso de fraudulento y de la existencia de parcialidad en los jueces.
Desde ese momento, Venezuela ha estado exigiendo la propiedad de su territorio y exigiendo una solución a la ONU por la controversia de las fronteras trazadas. Desde 2015, este conflicto entre Venezuela y Guyana se ha visto intensificado por el descubrimiento de grandes recursos petroleros, que serían de gran ayuda para Venezuela para parar el declive del país. En 2018 el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, anunció que trasladaría este conflicto a la CIJ (Corte Internacional de Justicia) para poder zanjarlo.
¿Cómo influye la CIJ y la esfera internacional?
Este conflicto está actualmente en todos los medios de comunicación por su gran importancia debido a la riqueza que posee esta región. Desde 2015 se han ido descubriendo decenas de yacimientos petroleros. Desde entonces, las tensiones entre Caracas y Georgetown han ido en aumento tanto por intereses políticos como económicos. De hecho, Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, ha formado Venezuela Toda, una campaña de promoción del referéndum del pasado 3 de diciembre. A través de ella ha convocado diversas manifestaciones para unir esfuerzos nacionales y defender la región del Esequibo, con una participación de todos los sectores.
En marzo de 2018, Guyana le pidió ayuda a la Corte Internacional de Justicia para la resolución de este conflicto y el 6 de abril de 2023, la Corte anunció que rechazaba las objeciones (con 14 votos contra uno) de Venezuela. Como consecuencia, se realizó el referéndum consultivo por el gobierno de Nicolás Maduro y algunos sectores de la oposición. No obstante, algunos analistas políticos defienden que Maduro ha llevado este cabo con fines de salir reelegido en las elecciones presidenciales de 2024 de Venezuela. Por el momento, la Corte Internacional de Justicia se encuentra estudiando el conflicto. El tribunal ordenó a Venezuela el 1 de diciembre que “se abstuviese de cualquier acción que modificase la situación actual del Esequibo”.
En cuanto a las reacciones de la esfera internacional, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, se dirigió al presidente guayanés para mostrar el apoyo de Estados Unidos a la Guayana. Además, en un comunicado, Blinken pidió “una solución pacífica” y que las dos partes respeten el Laudo Arbitral de 1899. Lula Da Silva, presidente de Brasil, país que comparte frontera tanto con Venezuela como con Guyana, ha propuesto que sea la CELAC la que medie las tensiones entre estos dos países. Asimismo, los presidentes de las naciones de MERCOSUR (Argentina, Bolivia, Brasil, Uruguay y Paraguay), han expresado “su profunda preocupación con el aumento de las tensiones” y han llamado a una solución pacífica.
El presidente guyanés, Irfaan Ali, en una entrevista con France 24 denunció que Maduro solo pretendía inestabilizar la región y señaló que “estaban preparados para cualquier comportamiento intrépido de Venezuela”. Ali ha anunciado que defenderá la región de Esequibo frente a incursiones venezolanas y ha convocado al Comando Sur de Estados Unidos.
¿Cómo ha sido el referéndum?
En octubre, Venezuela convocó un referéndum consultivo no vinculante con cinco preguntas, aprobadas por el Consejo Nacional Electoral, para hacer a la población. El 19 de noviembre se llevó a cabo un “simulacro” de dicho referéndum y el pasado 3 de diciembre ya tuvo lugar el definitivo.
El resultado del referéndum fue de una media del 96 % a favor de las propuestas del gobierno de Nicolás Maduro, entre ellas la creación del estado Guayana Esequiba como parte del territorio venezolano. El gobierno afirmó que se obtuvieron 10,5 millones de votos (la mitad de los votantes), aunque algunos analistas y medios de comunicación internacionales han acusado estos datos de ser falsos y que, realmente, se habían obtenido solamente dos millones.
El pasado martes 5, tras el referéndum, Maduro ordenó crear un estado venezolano y otorgar licencias petroleras en la región que se disputa. El presidente venezolano instó a la empresa estatal petrolera PDVSA a “crear la división PDVSA-Esequibo” y otorgar licencias operativas. Además, ordenó que la “zona de defensa integral de la Guayana Esequiba” se ubicase en Tumerero, lo que no ha sentado bien a los habitantes de Guyana. Los habitantes de esta región han manifestado su intención de permanecer en Guayana y no de pasar a formar parte de Venezuela: “Nos defenderemos si Venezuela se atreve a invadirnos”.
