El Nuevo Pacto consta de cinco actos legislativos interconectados que buscan reforzar las medidas para abordar la migración irregular hacia la UE. Introduce un “nuevo mecanismo de solidaridad flexible”, permitiendo a los países evitar la acogida de migrantes a cambio de compensaciones económicas. Estas normas han generado críticas desde varios sectores políticos, desde la extrema derecha que las considera insuficientemente estrictas, hasta la izquierda y parte del centro político que opinan que van demasiado lejos y restringirán aún más los derechos de los migrantes.
Bajo la presidencia española, el Consejo de la Unión Europea, junto con el Parlamento Europeo y la Comisión Europea, anunció el Pacto sobre Migración y Asilo el 20 de diciembre, tras tres años de negociaciones y ahora en abril se ha aprobado en su totalidad. El año pasado, la UE recibió 1,14 millones de solicitudes de protección internacional, la cifra más alta en siete años, y registró 380 000 cruces irregulares de fronteras, la mitad a través de la ruta del Mediterráneo central.
¿Qué significa el Nuevo Pacto?
El Nuevo Pacto sobre Migración y Asilo, compuesto por cinco medidas legislativas, está a punto de entrar en vigor tras recibir el visto bueno del Parlamento Europeo. Este paquete representa un cambio significativo en la política migratoria de la Unión Europea (UE), diseñado para gestionar de manera colectiva la acogida y reubicación de solicitantes de asilo, abordando así una cuestión que ha sido motivo de tensión política desde la crisis migratoria de 2015 y 2016.
El nuevo reglamento implica un endurecimiento de la política migratoria, con medidas que fortalecen las fronteras exteriores de la UE, acuerdos con terceros países para detener las llegadas irregulares y procedimientos más rápidos para deportaciones, como un mecanismo que puede ser activado en caso de llegadas masivas, incluyendo medidas de solidaridad como compensaciones económicas, reubicación de solicitantes de asilo y apoyo en la tramitación de peticiones de protección para los países afectados.
El pacto busca reformar el controvertido Reglamento de Dublín, criticado por concentrar la presión migratoria en los países de primera llegada como España, Italia, Grecia y Malta. Este acuerdo marca un hito en la historia de la UE al ofrecer un equilibrio entre solidaridad y responsabilidad en la gestión de la migración, según la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola.
Solidaridad “obligatoria”
El mecanismo de crisis, que hará que la ayuda a los países europeos sea “obligatoria” en lugar de “voluntaria”, es una de las principales novedades de este acuerdo. Sin embargo, la normativa ha generado divisiones en la Eurocámara y ha enfrentado críticas de asociaciones y organizaciones por posibles vulneraciones a los derechos humanos.
Este sistema de “solidaridad obligatoria” garantiza que todos los países contribuyan a aliviar la presión migratoria sobre el sur de Europa, mediante reubicaciones, contribuciones financieras u otras formas de solidaridad. Se espera que esta normativa entre en vigencia en 2026, una vez que la Comisión Europea presente un programa detallado de implementación antes de junio de este año.
Puntos más importantes
- Reglamento de Control Previo al Ingreso: Este reglamento establece un procedimiento previo a la entrada para examinar rápidamente el perfil del solicitante de asilo, incluyendo datos biométricos y controles sanitarios y de seguridad.
- Reglamento Eurodac Modificado: Actualiza la base de datos Eurodac para almacenar pruebas biométricas y evitar múltiples solicitudes de la misma persona. La edad mínima para recoger huellas dactilares se reduce a 6 años.
- Reglamento de Procedimientos de Asilo: Modifica los procedimientos de asilo para incluir un procedimiento fronterizo acelerado, que durará un máximo de 12 semanas, además del procedimiento tradicional.
- Reglamento de Gestión del Asilo y la Migración: Establece un sistema de “solidaridad obligatoria” entre los Estados miembros. Ofrece tres opciones: reubicar solicitantes de asilo, pagar una cuota por cada solicitante rechazado o financiar el apoyo operativo.
- Propuestas y Recomendaciones de Políticas: Contiene propuestas en áreas como migración, asilo, integración y gestión de fronteras, incluyendo reglamentos de detección inicial y gestión de crisis.
¿Cómo fue la votación?
La votación sobre el reglamento clave de gestión del asilo y la migración fue ajustada, con 322 votos a favor, 266 en contra y 31 abstenciones con su controvertido reglamento del principio de solidaridad “obligatoria, pero flexible” entre los Estados miembros de la UE, con un reparto de 30.000 solicitantes de asilo basado en criterios de población y PIB.
Los votos en contra provinieron principalmente de partidos de extrema derecha e izquierda, mientras que los partidos tradicionalmente proeuropeos como los Socialistas y Demócratas (S&D), el Partido Popular Europeo (PPE) y los liberales de Renovar Europa votaron mayoritariamente a favor.
Sin embargo, hubo movimientos contrarios dentro de los partidos socialistas y populares, principalmente motivados por la convicción de que el texto no era satisfactorio y también por consideraciones políticas nacionales de cara a las elecciones europeas de junio. Por ejemplo, los populares polacos, junto con algunos socialistas franceses e italianos, expresaron reticencias a respaldar el pacto migratorio, a pesar del respaldo de los Gobiernos de Emmanuel Macron en Francia y de Giorgia Meloni en Italia.
Oposición de líderes europeos
El cambio de liderazgo en Polonia con Donald Tusk no ha alterado la postura del país respecto a la política migratoria europea. A pesar de las presiones y contactos desde varias capitales europeas, el Gobierno polaco sigue decidido a proteger los intereses nacionales y rechaza las reubicaciones obligatorias de migrantes. La posición de Tusk sobre este tema ya se conocía desde la campaña electoral y se mantiene firme. Polonia no aceptará los mecanismos de reubicación establecidos en el pacto migratorio europeo. Además, prevé multas para los países que no cumplan.
La postura de rechazo al pacto ha reforzado la relación entre Varsovia y Budapest. El primer ministro húngaro, Víktor Orbán, también se opone firmemente al reparto de cuotas de migrantes y ha asegurado que este Pacto es «erróneo», y ha pedido que se aplique en su lugar el modelo de su país para evitar la inmigración ilegal masiva en Europa.
Críticas a la norma
Las organizaciones humanitarias internacionales han expresado críticas contundentes hacia el nuevo pacto migratorio de la UE. Según Amnistía Internacional, este acuerdo supondrá un grave retroceso en el derecho de asilo europeo y aumentará el sufrimiento de aquellos que buscan asilo en la UE. Médicos Sin Fronteras también ha advertido que el pacto no resuelve la crisis migratoria en Europa y representa simplemente una continuación e intensificación de políticas que ponen en riesgo los derechos humanos, incluyendo el uso de países terceros para controlar los flujos migratorios.
Por su parte, Oxfam ha criticado duramente el acuerdo, señalando que no es una mejora, sino más bien empeora la situación en muchos aspectos. La UE, en opinión de Oxfam, ha desperdiciado la oportunidad de acordar un mejor reparto de responsabilidades y normas de solidaridad, optando en su lugar por medidas que incluyen detenciones y deportaciones aceleradas, así como el pago a países no pertenecientes a la UE para cumplir con las demandas del bloque.
Además de las críticas de las ONG, la UE ha sido cuestionada por sus acuerdos con países como Túnez, Mauritania y Egipto, en los cuales se inyecta dinero a cambio de medidas para reducir los flujos migratorios, siendo criticados por no abordar adecuadamente las violaciones de derechos humanos en esos países.