552 Partido Perfecto VII: Diplomacia ¿halcón o paloma?

Seguimos, como cada último jueves de mes esta temporada, creando nuestro partido perfecto. En este caso, y como ya hicimos hace un par de meses, nos imaginamos en el gobierno y hablaremos de nuestras relaciones internacionales.

¿Seremos agresivos y de ultimatums o más bien de diálogo y buenas maneras?

Hoy, en Simple Política: ¿Hálcones o palomas?

De nuevo hablamos de nuestro partido perfecto. Iniciamos recordando cómo quedaron las votaciones del mes pasado. Donde os preguntamos si debíamos ser más europeístas o, por el contrario, euroescépticos. Hay que decir que tanto en la encuesta de Twitter como en la de Youtube ganó que nuestro partido sea europeísta.

La decisión de este mes tiene que ver con la diplomacia. Que es algo que sobre todo podríamos en práctica si llegásemos al poder. Pero esto no es nuevo. Porque ya hace un par de episodios decidisteis entre formar un gobierno más tecnócrata o uno fiel a una ideología. Aquí la votación, lo recordaréis, estuvo más reñida, aunque os inclinasteis por la tecnocracia.

Pues ya tenemos nuestro gobierno formado y toca trabajar. En esta ocasión pensando en las relaciones internacionales. En la diplomacia del que será nuestro gobierno. Que sí, un gobierno europeísta pero no sabemos aún si halcón o paloma, que es un término usado en relaciones internacionales precisamente para describir la actitud que tiene un país en su diplomacia.

¿Cómo vamos a decidir la diplomacia de nuestro partido perfecto?

Os describiré las dos opciones y vosotros deberéis decidir, en la encuesta que subiremos en nuestro Twitter @simple_politica, en la de Youtube o en los comentarios desde nos escuchéis, si somos hlaconess o palomas.

Halcon o Paloma son dos formas de definir un estilo de diplomacia. Ya podéis intuirlo teniendo en cuenta que cada una de estas aves nos transmite un nivel diferente de agresividad.

Hay que decir que estos conceptos no fueron inventados en las relaciones internacionales sino que proceden de lo que se conoce como teoría de juegos y nos habla de cómo podemos entrar en una negociación o en una relación: dos formas de jugar, por decirlo así.

¿Qué es una diplomacia o relaciones internacionales basadas en ser hálcon?

El halcón nos lleva, en relaciones internacionales, a hablar del imperialismo norteamericano o incluso a hablar de la relación que Israel mantiene con sus vecinos. Se trata de ejercer una diplomacia agresiva. No quiere decir eso que estés en continua guerra. Significa que tu diplomacia se basa en tu posible superioridad en determinados campos. Y usas esa superioridad en forma de amenaza o ultimátum.

Es decir: si tienes una situación más favorable a nivel económico, político, geoestratégico… seguramente el otro país o grupo de países con los que te relacionas tendrán una dependencia frente a ti. Y tu usas esa dependencia no de una manera pasiva (en plan “se darán cuenta y nos llevaremos bien”) sino agresiva: si algo no me gusta, freno mis ayudas o freno mi relación comercial u os haré daño de esta manera o esta otra.

Sí, al final podría ser incluso una agresión bélica, un enfrentamiento directo, pero la diplomacia de estilo águila o halcón no te obliga a eso. Porque muchas veces el realismo se impone y ese país, ese otro país, asume lo que hay y rectifica su comportamiento ante la amenaza, explícita o indirecta.

¿Qué es una diplomacia basada en ser paloma?

Ya podéis imaginar, por contraposición, que esta es una manera de entender las relaciones internacionales, mucho más ligada con la Unión Europea, por ejemplo, donde, al menos en apariencia, se prima el dialogo y la negociación.

De nuevo: la diplomacia halcón no tiene por qué terminar en un efrentamiento, en una guerra, pero sí usar el ultimátum, la amenaza y sobre todo el uso de tu superioridad, porque es cierto que ser halcón es mucho más cómodo si manejas una situación de superioridad. Aunque también puedes ser superior y ser paloma. Porque confías que el diálogo, la ayuda y el pacto te llevará más lejos.

Cuando aplicamos diplomacia paloma lo que debemos tener en cuenta es que no amenazaremos, no usaremos nuestra superioridad si la tenemos. Usaremos el pacto. Es decir: si tenemos que ceder, vamos a ceder. ¿Por qué? Porque nos interesa el buen rollo a largo plazo para llegar a mejores relaciones y acuerdos en el futuro.

Usaremos las ayudas, como la Unión Europea con sus fondos de solidaridad, transferencias de miles de millones a países que ni son de la Unión Europea, etc.

Aquí es donde está la clave para tomar la decisión, ¿no? En cual es mejor, cuál te da mejores resultados.

Precisamente para tomar la decisión viene la teoría de juegos a ayudarnos. Os dejo un enlace algo cutre pero útil. Donde podéis ver una cuadrícula, parecida al dilema del prisionero, que si no sabéis qué es me lo decís en comentarios y os hablo un día de ello. La cuestión es que la cuadrícula nos dice quién gana y quién pierde cuando dos países se encuentran y deben decidir si ser halcón o paloma. La conclusión principal si no queréis mirar el enlace es que si los dos son paloma no obtienen lo máximo que venían buscando pero se van contentos. Si eres halcón puedes obtenerlo todo pero te arriesgas a que si el otro también se pone halcón todo acabe como el rosario de la Aurora.

Así que ahora tenéis la difícil misión de decidir: la diplomacia, el ministerio de exteriores de nuestro gobierno y nuestro partido perfecto: ¿halcón o paloma?

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Aida Deturck

Periodista.

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